PUNTO DE MIRA
Ya vivido el encierro domiciliario en busca de amainar el impacto doméstico del coronavirus,
abrirán las puertas de casas y comercios y volverá el humano a su vida social. Es la naturaleza humana. Así también pasará con la política. Tendremos que ir a votar con el pensamiento puesto en quien podría sacar al país en el embrollo en que está.
Se tendrá presente que, amén del hoyo inmenso que deja en las finanzas del país el gobierno de Danilo Medina, se suma el endeudamiento por el Covid 19, con corrupción incluida.
Esa realidad hace pensar sobre quién es capaz de hacer el rescate del país. Eso estará en la cabeza de los que tienen dos dedos de frente.
Estas singulares elecciones tienen muchas aristas y se registra un vaivén, un sube y baja en los medios de comunicación en cuanto a la intención del voto, porque intereses contrapuestos pugnan por trampear las reales simpatías del electorado. Se quiere contaminar la mente alegando que tal candidato tiene mayores simpatías. He visto supuestas encuestas donde Gonzalo Castillo tiene el 57 por ciento de las simpatías. Cosa que más que asombro, da risa.
La experiencia en la administración publica, la lucidez en la toma de decisiones, el liderazgo y la capacidad de consensuar será lo que se tomaría en cuenta al votar. En una palabra, las condiciones del político.
La posible segunda vuelta en las próximas elecciones presidenciales abre las negociaciones. Cada uno puede armar su muñeco. Este con aquel o el otro, pero luce difícil una alianza con Gonzalo de por medio. No descartada, porque no es palabra política, pero difícil en las actuales circunstancias.
Entre los dominicanos es tema de conversación o acertijo la segunda vuelta. Algunos lo expresan mudando de casas, como Amable para el PRM y los peledeísta para donde Leonel, pero en la mente del elector subyace escoger la figura de un político experimentado para sacar el país de la crisis en que estamos.
Tomado de El Listin Diario
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