Miami,Florida — De las lágrimas desgarradoras a la
sonrisa radiante. Así fue la noche de Lionel Messi en la final de la Copa
América.
Lautaro Martínez anotó en la segunda parte de la prórroga y
Argentina sobrevivió la baja por lesión de su capitán para repetir como campeón
continental tras vencer a Colombia 1-0 en una electrizante y caótica definición
que acabó en la madrugada del lunes.
Messi acabó viendo el partido desde el banco de suplentes con
el tobillo derecho muy hinchado y lloró desconsoladamente. Después de anotar a
los 112 minutos, Lautaro corrió hacia la caseta para abrazar al caudillo del
ciclo más glorioso de la selección argentina.
El momento de alzar la Copa América fue simbólico para
Argentina: tres de sus jugadores más venerados recibieron el trofeo al
acercarse su último gran momento juntos representando a la celeste y blanca.
Messi, Angel Di María y Nicolás Otamendi, representantes de
una época triste en la que la selección no podía triunfar, acabaron levantando
la copa.
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