400 niños corren el
riesgo de no recibir el pan de la enseñanza, en el caso la escuela Marcelino
Valenzuela, ubicada en el sector Ensanche Espaillat, al oeste de Santiago,
debido a que no cuenta con la infraestructura
Santiago.-A tres días para el inicio del año
escolar el panorama se torna color gris en el Cibao, donde los mismos problemas
que afectaron las escuelas durante la pasada jornada, siguen latentes en los
planteles educativos, al punto de amenazar con no comenzar la docencia en los
centros más afectados de la región Norte.
400 niños corren el riesgo de no recibir el pan de la
enseñanza, en el caso la escuela Marcelino Valenzuela, ubicada en el sector
Ensanche Espaillat, al oeste de Santiago, debido a que no cuenta con la
infraestructura y los espacios de recreación que los estudiantes necesitan.
Hace aproximadamente dos años que los niños aquí no pueden
salir al recreo ni practicar la educación física debido a que no hay espacio
para esto. Dentro de la infraestructura del plantel, hay una terraza de 25
metros donde los alumnos izan la bandera.
Esto implica que los estudiantes, en tandas desde las 7:50 de
la mañana hasta las 12:15 del día, y en la tarde desde la 1:50 hasta las 5:30,
deben permanecer en las aulas, que tampoco tienen espacio suficiente, por lo
que las butacas deben estar una al lado de otra. Mientras, la Asociación de
Padres, Madres y Amigos de la Escuela (APMAE), apoya la suspensión del inicio
de la docencia.
De acuerdo a Miguel Jorge, presidente de la Asociación
Dominicana de Profesores (ADP) en Santiago, esto significa mucho porque afecta
la salud emocional de los niños, que se agotan y presentan menos niveles de
aprendizaje debido a no tener las condiciones adecuadas. Asimismo, los docentes
tienen que hacer más esfuerzo del que se haría en otras circunstancias.
Asimismo, la escuela de Angelita Suárez en la comunidad de El
Aguacate de Jacagua, al norte de Santiago, ha estado trabajando en la iglesia
de la comunidad.
La escuela del Arroyo de Gurabo está en espera desde hace 10
años, otro centro en el barrio Francisco del Rosario Sánchez; otro en la
comunidad del Papayo y en la Noriega están a la espera de que terminen las
escuelas para darle cabida a los estudiantes.
Esta situación se replica en San Francisco de Macorís y en La
Vega, donde varios centros educativos presentan inconvenientes para el inicio
del año escolar.
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