Cuatro meses después de que el líder conservador sorprendiera
al país y lo sumiera en el caos decretando el estado de excepción, la máxima
instancia judicial surcoreana ha concluido que dicha medida fue aplicada sin
justificación suficiente, y ha ratificado la inhabilitación de Yoon que ya votó
la Asamblea Nacional (Parlamento).
El fallo fue adoptado con el voto a favor de los ocho jueces
del Constitucional.
Para que la destitución fuera ratificada, se requería el
respaldo de al menos seis de los ocho magistrados en funciones.
“La crisis política no justifica las acciones tomadas. La
situación en la Asamblea Nacional en ese momento no justificaba el ejercicio de
poderes nacionales de emergencia”, señaló el presidente interino del tribunal,
Moon Hyung-bae durante la lectura del veredicto.
Agregó que el presidente utilizó fuerzas armadas con fines
políticos, lo que constituyó una grave transgresión de la neutralidad política
del Ejército y de su deber como comandante en jefe. También recordó que algunos
diputados «tuvieron que escalar muros» para poder acceder al Parlamento cuando
estaba rodeado por las tropas.
Polarización y protestas nacionales
Yoon permanecía en el cargo, aunque despojado de sus
funciones, desde de que el Parlamento votará su inhabilitación el 14 de
diciembre a raíz de la ley marcial, en una sesión extraordinaria que quedará en
la memoria de los surcoreanos junto a la convulsa noche del 3 de diciembre,
seguida de otros momentos insólitos y sin precedentes en su historia
democrática.
Entre ellos destacan episodios lamentables como un primer
intento de destituir a Yoon en la Asamblea, boicoteado entre gritos por parte
del partido gobernante; los dos operativos para detener al mandatario
atrincherado en su residencia oficial y protegido por sus partidarios y su
servicio de seguridad; o la vandalización de un tribunal de Seúl y las
agresiones a policías y periodistas a manos de fanáticos favorables al líder
conservador.
Los partidos acatan la decisión
En el contexto de polarización creciente que vive el país y
en medio de las medidas excepcionales de seguridad desplegadas hoy con motivo
de la sentencia, los principales partidos surcoreanos y el propio Yoon acataron
la sentencia del Constitucional y reaccionaron a la misma con mesura.
El Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon dijo que «acepta
humildemente» el fallo y que asume su «plena responsabilidad» por no haber
cumplido con su función como partido gobernante, y enfatizó que se debe
respetar la decisión del tribunal, ya que es «la manera de defender la
democracia y el Estado de derecho».
El ya expresidente surcoreano, por su parte, se disculpó «por
no cumplir con las esperanzas y expectativas» y agradeció el «inquebrantable
apoyo y aliento del pueblo», en un breve comunicado difundido por sus abogados
tras el veredicto de hoy, a cuyo anuncio no asistió el mandatario.
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